martes, 1 de septiembre de 2009

Lo único que les pertenece es el cielo

Ninguna de las dos va a salvarse en un teatro. No importa desde donde esten colocadas porque lo único que les pertenece es el cielo. Ni Clara ni Solange lo necesitan. Nosotros no lo necesitamos. Si un teatro nos cierra una puerta no puede suponer para nosotros. No debe suponer para el teatro. Las Criadas / Les Bonnes se transfiguran en cajas y en vestidos azules y da igual el suelo que esten pisando porque lo único que les pertenece de verdad es el cielo. Nunca antes el sentido de explosión había sido tan grande. No importa el orden del texto, ni el sonido, ni tan siquiera la luz porque lo que comunican entra mejor por el cielo. Este trabajo es expansivo y explota porque bajo el aspecto de una frase bien expresada se esconde un texto enorme y desordenado. Ese texto no puede abrazarse, ni entenderse, no tiene forma aún por lo que puede ser de cualquiera de ellas. Ningún proceso de trabajo debe cerrarse. Ningunos personajes deben estar sometidos al yugo del escenario continuamente, encerrados como presos de los que debamos avergonzarnos. No hay humillación en el espacio abierto. Les Bonnes deben salir a la calle.