
miércoles, 28 de enero de 2009
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No conocemos al enemigo sino por comparación con nosotros mismos: imaginamos sus intenciones por las nuestras, les tendemos trampas en las que sabemos que caeríamos en su lugar y renunciamos a las que habríamos tendido; el enemigo es nuestro hermano gemelo, nuestra imagen en el espejo.
3 comentarios:
si a la caja de caron la llamamos hondy...como le vamos a llamar a la escobilla? hondya? hondylla?
perdon...de cartón!!
Podemos llamarla Maaa!
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